domingo, 18 de diciembre de 2011

Esperanza...

Como escribí hace algún tiempo: "Mi pobre y desgarrada alma entera se llena Sólo con tu bendito nombre… Esperanza. Llevo ya demasiado tiempo, es cierto… Intentando crear para ti, una nueva letanía Con la que abrir de nuevo el alma mía… Y reconfortar mi corazón con tu rostro sereno. Si da igual un palio verde o blanco… O un manto de tisú… O la mejor toca de sobremanto O una corona de oro que te hicieran las mejores manos… O la mejor pedrería, o el barro del mejor alfarero. O la mejor candelería… O Juan Manuel en el recuerdo… O la cárcel de Sevilla con sus presos… Si para mi no existe ni luz, ni sombra ni cielo, Si no encuentro el mejor verso para enjugar tu llanto… Que más puede darme a mí Que seas vecina del arco o de la calle larga O vivas en la Puerta Osario, Esperanza… Si tu sola presencia es capaz de abrir De par en par las puertas del alma. Si sólo el invocar tu Bendito nombre, todo lo abarca. Cuando reclamamos del mismo Dios la Esperanza… Por eso hoy, no voy decirte Morena… Ni rayo de sol, ni princesa… Ni blanca azucena. Ni piropos, que ya tienes páginas llenas. Que para el verso, está el poeta… Hoy quiero ponerme a tus plantas… A ofrecerte lo único y mejor que tengo… Mi vida. Y a volver a implorar ante ti, de rodillas Que nos sigas llenando el corazón con tu nombre… Esperanza."

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