sábado, 28 de diciembre de 2013

Todo final, tiene un principio...


Siempre supe que esta hora llegaría…
Y a qué negarlo… Siempre tuve miedo.
Miedo a lo que pasaría…
Miedo, a lo que decidiría…
Miedo a que, por cobardía,
No enfrentara como un hombre éste momento.

La hora nona siempre llega,
Y el ánimo estremece
Pues tienes la certeza que parece
Que hasta el alma en su presencia se doblega.

Y es que esta hora tan temida,
Camina siempre a nuestro lado.
Te acompaña en cada igualo…
En cada entreno, en la cofradía…
Pues puede aparecer cualquier día…
Rompiéndote la ilusión y la hombría
Dejándote como un guiñapo
Y haciendo que olvides los pasos.

Que ya no valen componendas ni excusas…
Que todo razonamiento es en vano.
Pues ante la verdad desnuda
En que me veo retratado
En el espejo, cruel reflejo… Ya no oculta
Tanto tiempo como ha pasado.
Y a la hora de afeitarme, asomado
Al alfeizar del espejo
Lo que veo, ya no me gusta…
A veces, hasta me tiemblan las manos…
Ya no siento la frescura de antaño.
Y de lo que fui, ya no queda ni el bosquejo.

Continuará…

viernes, 27 de diciembre de 2013

Todo final, tiene un principio...












Y tus sueños, siguen palpitando…
Y la razón y la cordura lo siguen negando…
Y tu ilusión y el corazón, a que negarlo,
Te ciegan… Pero el implacable juez, sigue empujando.

Y aquello con lo que siempre podías,
Se te vuelve más y más cuesta arriba.
Y te das cuenta que, como se van yendo los días
Gota a gota se te derrama la vida.

Y en estas, sigues andando tu camino.
Entre dolores, achaques y desvelos…
Creyendo que soñando estas despierto
Intentando revivir un tiempo que se ha ido.

Ya en aquel cristal, apenas queda reflejado
Entre brumas, el rostro del amigo
Que tantas veces recorrió contigo
Tantas tardes noches entre halagos…
Tantas madrugadas entre aplausos
Tanto amanecer que ya se ha ido…
Tantos amigos que el camino iniciamos
En pos del sueño que perseguimos,
Tan pocos como vamos quedando
Y tantos y tantos como ya han partido.

Y en estas, toda aquella fuerza
Va menguando en fortaleza…
Todo aquel poder y aquel coraje…
Que antaño vestías como el mejor traje,
Trocan en menguada vestimenta y en ultraje
Que a la sublime verdad desprecia
Revestida en un manto infame de experiencia
Cruelmente disfrazada de técnica y destreza.

Ésta es la hora que siempre había temido…
La hora cruel de la verdad suprema…
El principio de la peor condena
Cuando te asomas al borde del abismo
Y el miedo y el dolor ya te doblegan…
El final mismo del camino
Que recorriste tantas veces, con presteza.

Continuará…


Todo final, tiene un principio...






Como el que, tras las huellas perdidas
De aquel que mucho antes, como él mismo.
Anduvo, tras las horas… El último camino...
Tras los pasos del más cuerdo y su destino.
Tras las huellas del más loco y el desatino,
En pos del más loco desatino…
Creyó descubrir el por qué de lo humano
Olvidando lo importante… Lo divino.

Como aquel, que creyendo recobrar olvidos…
Injustamente, en vez del dueño, cobraría,
Lo que otros, injustamente, no cobraron…
Lo que por otros, otrora…Hace muchas vidas…
Mucho antes, antes del despertar a la entropía…
Descubrieron la incógnita de la ecuación maldita.…
Así comenzó ayer… Y hoy se termina
La antífona postrera… El canto del cisne, que agoniza
En medio de la tarde, que poco a poco, en noche
Determina el caminar del que adolece
De la esperanza de la dicha…

El sueño de los despiertos, al fin…
Cobra vida en el seno del entendimiento.
El soplo de vida… El alfa, el comienzo
El nacer… El renacer… O el hundimiento
De aquello que, o nos es del todo afín,
O de nuestra alma…Es lo más distante…
Último estertor… Último instante
Que describe, de la íntima agonía
Del oscuro placer que precede
Al postrer suspiro…
Y, que tras el último latido
Acaba con nuestra peor pasadilla…


Contiuara...

sábado, 21 de diciembre de 2013

Feliz Nevidad a todas y a todos...




Hoy quisiera que nuestro Señor y Su Bendita Madre me concedieran cuatro deseos…
El Primero, poder tener unos brazos largos y grandes… Largos y grandes para poder fundirme en el mejor de mis abrazos con todos y todas a cuantos quise, quiero y querré en mi vida… Y también a los que no he podido querer.
El segundo, tener una manos muy grandes… Unas manos tan grandes que pudiera repartir toda la Paz, el cariño y la Esperanza que pueda albergar mi corazón entre todos los que me han querido, me quieren y me querrán en mi vida… Y también a todos los que no me han podido querer.
El tercero… Que me concedieran la oportunidad de repartir mi mejor sonrisa, mis mejores palabras de ánimo, mis mejores deseos y todo el amor que pueda albergar mi corazón entre los que me han querido, me quieren o me querrán en mi vida…Hasta que el alma y el cuerpo se me cansaran… Y también a los que no he podido querer y a los que no han podido quererme.
Y el cuarto… Poder pedir perdón a todos a cuantos, sin quererlo, ofendí, molesté o hice algún daño a lo largo de mi vida… De la misma manera que yo perdono a cuantos a mí me lo hacen, me lo harán o me lo hicieron.
Que nuestro Señor y Su Bendita Madre, bendigan cada uno de nuestros hogares y nuestras vidas siempre…
Mis mayores y mejores deseos de paz, amor y felicidad para todos.
Feliz Navidad.