Cuando en tardes como esta tarde…
En que el gris de la luz y
la memoria,
Hace pasar ante tus ojos
la historia
Y los recuerdos donde las lagrimas arden…
Lagrimas que pugnan por
salir… En alocada
Carrera hacia el suelo o
hacia el cielo
Donde espera paciente
aquel recuerdo
Que hace vibrar tu alma en
llamaradas…
Que difícil se hace a
veces no gritar
Esa palabra… Que aun no
pronunciada
Desde hace tanto, en tu
alma vuelve a medrar
Llenándote alma y corazón
con la Esperanza.
Pues hoy no voy de nuevo a
callar
Como he callado antes
tantas veces.
Hoy quiero gritarla… Papá.
¡¡¡ Papá…!!!
Bendita palabra… Recuerdo
evanescente
De un tiempo que nunca
podré ni quiero olvidar.
Hoy, que como siempre me
haces tanta falta…
Hoy… Cuando el diario
discurrir tan presuroso
De la vida, te aturde ante
la duda, receloso
De errar al adoptar la
decisión, que si es acertada,
Te acomoda… Pero si
yerras, te deja en la estacada.
Hoy, que desde esta
mañana, muy temprano
Casi al alba, necesito
tanto tu parecer y tus consejos…
Hoy que al igual que en tantas ocasiones, me rebelo
Ante tu ausencia y añoro
aquella casa en San Bernardo
Y aquella infancia, donde
te tenía tan cerca y tan a mano.
Cuando aquel niño recurría
a su buen padre, que perplejo
A veces, siempre acertaba
a solucionar al momento
Con solo unas palabras, el
mayor de mis contratiempos.
Cuando con tus grandes
lecciones… Me dabas aliento.
Cuando con tu ejemplo de
hombre, tanto en el trabajo
Como en la vida, Desbaratabas
mis dudas y quebrantos,
Devolviendo a mi espíritu
la paz como por ensalmo.
Que puedo decirte papá…
Que te echo tanto de menos…
Que desde aquella fría
madrugada de Febrero
En que para al fin
descansar, te fuiste al cielo..
Echo de menos tu presencia
y tu consejo…
Tus "celtas", tus enojos, tu comprensión
y el complejo
Mundo en que ahora, que ya
voy para viejo…
Descubro cada día que voy
mas a tu encuentro.
Hasta luego papá… Porque
aunque estés en el cielo
Te puedo asegurar que en
este momento
Te siento tan cerca de mí, Te siento tan dentro…
Como cuando estábamos en casa
en Los Remedios…
Hasta siempre papá…
Gracias… Mil gracias papá.
Por enseñarme de nuevo,
con tu simple recuerdo
cual debe ser el espejo
donde mirarme y pedir
consejo.
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