Estas llegando y ya parece
que te vas…
Te presiento en el naranjo
Que en la esquina de San
Gonzalo
Ya está a punto de brotar
Como cada mes de Marzo.
Mas que presentir, te
adivino
En la mirada ilusionada
del amigo
Que ve que llegando, casi
se ha ido
La semana que es tan corta
como el latido
Del corazón desbocado de
un niño
Que consigue lo que tanto
ha querido.
Atrás quedaron Enero y
Febrero…
Las parihuelas cargadas de
sueños…
Las tardes en el salón
soñando izquierdos
Las noches sin dormir
soñando despierto.
Los pescaitos, las igualas
y los entrenos…
Se acabo la tediosa y
tensa espera
Que nos lleva a vivir una
vida entera…
En tan solo una corta
semana.
Que se abran de par en par
las puertas
Del cielo y que nos dejen
franca la entrada.
Que ya mismo es Domingo de
Ramos…
Y a los días, los
llamaremos Santos.
Pues sea... Que comience
el último acto..
Que el tiempo se nos va entre
las manos
Como de entre los dedos se
escapa la arena…
Que cada día nos lleve del
arrebato
A la pasión desmedida y a
la gloria costalera...
Que estallen los naranjos
en la flor
Más deseada por el
cofrade..
Que solo el incienso nuble
el color
Especial de nuestro cielo
de primavera...
Que nuestras mujeres y
nuestras madres
Den comienzo a la regla y
al rito
de la plancha, las
torrijas y los pestiños...
La que se nos viene encima… Dios mío...
La que se nos viene encima… Dios mío...
Llegan las mudas y los
porcientos,
como mi compadre del alma
predijera...
Los llantos, las alegrías
y las nervioseras...
La espera, las copas y la
cuaresma
que se nos acaba... La
vida en una semana
que ya con la mano se alcanza...
Que sobre el adoquín de
San Jacinto,
El asfalto del Centro o la
Macarena,
solo lluevan el olor del clavo, el incienso y
la cera...
Que venga ya por Dios la Semana Santa...
Que venga ya por Dios la Semana Santa...
Que ya pasó el domingo de
los fantasmas...
Que salga el sol, aunque
sea por Antequera…
Que el pregonero nos
emocione con su oratoria.
Que pase en un suspiro ya
esta semana
Dios mío… Que se nos
llenen el corazón y el alma
De corazas y plumas por
Resolana.
Que levantemos a Cristo
del suelo en la calle larga…
Que vuelva a sonar
Amargura por la calle Feria.
Que se vuelva a llenar de
sillas la campana,
Que por las calles no
quepa ni un alma…
Que desde el centro o los
barrios de la periferia
Glorifiquemos al Dios que
nos dio la vida eterna…
Al que nos regaló la
bendita Eucaristía…
Al que nos consuela… Al
que es Alfa y Omega
Cada uno de los días de
nuestra vida.
El que por el puente de
Triana expira,
Al que llevamos como un
tesoro en la cartera…
El que murió por nosotros
y a su Madre Bendita…
Que solo queda una semana,
compadre
Para volver a estar en la
gloria…
A la Gloria, por fin... A
la gloria
sin descanso ni posible
escapatoria...
A la gloria, compadre. A
la gloria.
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