jueves, 23 de junio de 2011

Perdonen VV.MM. los silencios...

Pues eso.
Les pido a todos y todas los que me conceden el hermosísimo privilegio de pasarse por este humilde rinconcillo, perdón, disculpas y comprensión, por la tardanza en volver a emborronar torpemente la impoluta blancura del folio en blanco...
A menudo, de las muchas zancadillas que la vida te depara en el habitual transcurrir de la existencia, una en concreto, te devuelve bruscamente al insondable pozo de la amargura más atávica y más profunda.
Es, en esos periodos de tiempo, cuando más y más me suelo refugiar en el silencio...
Por increíble que pueda parecerle a cualquiera, dar largas caminatas, sumido y acompañado sólo por el silencio, es lo que más se puede aproximar al consuelo...
Pero como todo en esta vida tiene un principio y un final, pues eso...
Vuelvo a las andadas con un descubrimiento...
Es un blog que he encontrado por casualidad.
En éste, su autor nos expone un autentico compendio de ARTE...
A mi me ha impresionado gratamente.
Es más, Como no encuentro la forma de pedirle permiso a su autor, ni la forma de añadir un comentario en el mismo, transcribo literalmente su entrada titulada "CRUZ DE MAYO"
El blog al que me refiero es el siguiente:
desdelacava.blogspot.com
Espero que disfruten de éste interesantisimo blog lo mismo que yo voy a intentar seguir paladeándolo.
"Cruz de Mayo"
"Con lo sencillo que era, con una cruz y dos tablas,
montar una Cruz de Mayo en el patio de tu casa...
Con jaramagos del campo y una cortina pasada,
la imaginación de un niño se convertía en hazaña.
Delante, uno con hucha y detrás, con una lata,
otro cerraba el cortejo que al pasito acompañaba.
Con un solo costalero, que con una toalla
se hacía un pedazo de ropa que alguien le colocaba
entre sonrisas paternas en la puerta de una tasca.
Como han cambiado los tiempos, ahora son los de la tasca,
con más pelos en los güevos que un coco lleno de agua,
los que sacan el pasito un día por la barriada.
Se van a un imaginero y le encargan una talla,
que cuando acaba el paseo, ¡sabrá Dios donde la guardan!
Se buscan un carpintero y le hacen unas andas;
Traen doce mil costaleros remangones, con tirantas...
Con sacos de colorines, tapándoles las miradas
Y que hacen un relevo a cada tres chicotadas.
Y para formar jaleo, se traen hasta una banda.
Que a los izquierdos del paso... Hay que darles mucha caña.
Se ponen sus ternos negros para coger una vara...
Se buscan un cura loco que al Cristo le eche unas aguas...
Y todos, al día siguiente, en la barra de la tasca...
Se creen que son cofrades. Y un carajo... como una manga."
Escrito por Diego Romero.
Vaya... Ahí queda eso.
Reciban VV.MM. un abrazo y el más fraternal de los saludos.