La nerviosera que desde anoche me perturba es mayúscula.
Tenemos por delante, con poco tiempo para llevarlo a cabo, como siempre, un reto que me enerva los sentidos...
Por eso, Señor... Ya anoche mismo, era capaz de imaginarte en la noche... En medio de un gentío atónito, silencioso, respetuoso... Emocionado, perplejo y embriagado con tu imagen...
Y Tú... Solo entre la multitud.
Entre nubes de incienso... Arropado por tu gente y por la gente de toda la ciudad...
No acierto a describir con mis torpes palabras la sensación de imaginarte... De verte... Sentirte... Disfrutarte...
En ésta ocasión tan única e irrepetible que se nos presenta, deberíamos todos apoyar la ensoñación y el compromiso de este grupo de amigos, que han y hemos decidido poner todo nuestro esfuerzo, toda nuestra ilusión y todo nuestro empeño, en hacerte el mejor regalo que se nos ha ocurrido, para que en un día tan especial, puedas llevar también algo especial y único para Ti...
El solo hecho de pensar como podrías ir vestido el día del via crucis... Ya me hace volver a ponerme con los vellos de la espalda como escarpias...
Ojala y lo consigamos...
Ya os iré contando...
2 comentarios:
Heidi, si se trata de colaborar conmigo cuenta.
Fuí unos años hermano de San Gonzalo, pocos la verdad, algún día lo contaré.
Saludos.
Aqui tienes a un joven hermano onubense, que siempre que pueda, intentará colaborar todo lo que pueda. Gracias y Saludos!
Publicar un comentario