miércoles, 7 de junio de 2017

Hasta luego y hasta siempre… Mis queridos abuelos.


Aunque no puedas creerme, amigo
Que ahora lees mis pobres letras,
Llevo tanto tiempo…Días, semanas enteras…
Intentado sacar del tierno abrigo
Que el recuerdo emocionado nunca altera,
Este sentimiento que mi poca paz perpetra.

Porque quiero hablarte de los recuerdos
De aquella infancia, tanto tiempo adormecida
En la que como niño, que esbozaba apenas vida,
Sueños, amores por venir y primaveras florecidas
Vivía tan rotundamente feliz y en paz junto a sus abuelos…

Dolores, Teresa, Pepa, Emilio y Antonio … Eran aquellos
Los nombres que llenan de felicidad mis recuerdos.
Los que en tiempo de tanta miseria y carestías,
Suplían con amores, el devenir de nuestras cortas vidas.

Ellos, eran la alegría al recogerte a la puerta del colegio,
Cuando tus padres, por trabajar, no podían hacerlo.
Y eran el paseo, la merienda, el pan con aceite, el mayor privilegio…
O aquel vaso de leche calentita, que hacia olvidar el invierno.

Ellos eran el tan ansiado regalo de reyes y el aguinaldo.
Los que cuando llorabas… Te daban aquel abrazo
Que llenaba tu pequeño corazón de ternura y consuelo
Tras llegar a veces a su casa corriendo sin resuello
Después de aquella pedrada o aquel batacazo.

Los que las largas noches de invierno, se dedicaban
A ayudarte con los deberes, a preparar los pijamas
Que calentaban en el brasero de cisco que había en la casa.
A prepararte la cena, a enseñarte la oración y que rezaba
Contigo… Cuando derrotado de sueño, al fin te acostabas.

Los que a base de un amor que atesoraban
Sin quizás saberlo… El que no pudieron regalar
A sus hijos por falta de oportunidad o de tiempo…
Nos regalaron su mayor tesoro, nos dieron sus besos
Que ahora que yo soy mayor, tanto valoro y deseo.

Los que poco a poco, con el paso de los años
Uno tras otro, se fueron marchando de nuestro lado…
Dejando un vacio tan grande, que nunca pudimos llenarlo.
Dejándonos tanto amor, que solo nos queda recordarlos
Como lo mejor que en la infancia tuvimos y disfrutamos.

Por eso hoy quiero hacer este merecido homenaje
A esas personas que significaron tanto en mi vida.
Que tanto bien hicieron por mi  y que en la lejanía
Del emocionado recuerdo, donde tanto amor aun palpita…
Ahora que el paso de tiempo y la vejez, como veloz carruaje,
Me acerca poco a poco al abismo insondable del olvido…
Antes de que mi memoria se apague y no consiga acordarme
De mis queridos, añorados y nunca bien ponderados abuelos,
Quiero que el mundo sepa sepa que si… Que al menos
Mientras yo viva y sea capaz de atesorar recuerdos,
Siempre, en el fondo de mi corazón permanecerá
Aquella diminuta llama, que ellos, sin quizá pretenderlo
Prendieron en mi corazón de niño y que el tiempo dirá
Si supe transmitir a mis amigos, a mis hijos o a mis nietos…
Y que los quise con locura… Y que los sigo queriendo
Tanto y tanto como los sigo echado de menos.

Hasta luego y hasta siempre… Mis queridos abuelos.

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