Ay Sevilla… Ay Sevilla de mi alma…
Nuestra bendita ciudad compadre.
Cuanto Amor le cabe en cada calle
Y cuanto profundo dolor reparte
Cuando como aquella novicia, calla.
Dando vida y dando alientos
Vida y muerte por igual en los adentros…
Sangre y lágrimas… Espíritu y carne
De nuestras carnes… Eternidad y finitud
Todas las sombras y toda la luz…
Todo lo que sea y también lo que se teme
Lo que fue y lo que se espera…
Que estamos otra vez henchidos de nuestra quimera…
Ese tiempo en que Sevilla nace y muere
Al ritmo del latido acompasado
De una vida, que otro año se va acabando
Antes de poder nacer siquiera,
Haciendo verdad su tópico y realidad su leyenda.
Lejanos orígenes de un vía crucis penitencial
Que hacían al templete de la Cruz del Campo
Cada año, por primavera, en la Sevilla medieval.
Profunda herencia barroca, sereno manantial
Donde saciamos la sed de recuerdos pasados…
Honda y delicada herencia romántica
De un viernes por la tarde, en cualquier calle…
Cuando estalla y triunfa la gracia costumbrista
De una ciudad que se inventó a si misma
Y se mira y se contempla en el espejo
De un río, que busca el mar y que es tan viejo
Como la misma Semana de nuestros sueños…
Otro año para soñar, resucitando
Memorias… Desde el verso de Gustavo
A la losa y al entierro de Mañara…
Todos tenemos una cita concertada
Y otra vez, no será nuestro Domingo de Ramos,
Ni habrá esos días que tanto esperamos
Que, en el vetusto almanaque, se llaman Santos…
Otro año compadre, otro año que se escapa
Entre sueños que no podrán vivirse de nuevo.
Pesadilla inacabada de fría noche de invierno…
Como después de una borrachera, la peor resaca.
Otro año más compadre, no aromaremos
La chaqueta y la camisa con incienso…
Otro año más que en esa calle, el nazareno
De nuestros recuerdos, no manchará de cera
El terno negro… Que no portaremos cuerpos de madera
Tallada, que a luz de los cirios, cuando cae la tarde,
Adquieren la tibia verdad de la carne…
Resucitando memorias y pasiones compartidas,
En tal o cual calle o en tal o cual esquina…
Este es el legado que otra vez, dejamos en suspenso…
Ese que debe pasar de padres a hijos …
Que debe pasar de abuelos a nietos…
La pasión que nos seduce a los vivos
Y que es capaz de resucitar a los muertos…
La que nos une a nuestros ancestros…
Y nos enlaza con los que aún no han nacido.
Otro año más compadre. Otro año que no viviremos
La quimera de volver a sentirnos costaleros…
De no poder abrazarte o poder verte de lejos…
Mas siempre quedará la Esperanza…
Que es lo que le pido a la divina Enfermera…
SALUD y ESPERANZA… Bendita Madre nuestra…
Y a Ti Señor… Hagase Tu voluntad… Hagase la Semana Santa…
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