Eso que sin poder remediarlo

Constantemente de entre los dedos se escapa...

No es el tiempo hermano.

Lo que se está escapando es la misma vida...

Y se supone… Presupongo, que la vida

Debería ser algo más que sobrevivir, recordar o llorar.

Quiero creer que mucho más que reír u olvidar.

Mucho más que experiencias fallidas,

Algo más que oportunidades ganadas o perdidas…

Lecciones bien o mal aprendidas,

Amores rotos, ambiciones y codicias…

“Fugit irreparabile tempus” … Así se nos pasa la vida.

La vida, a veces, es esa dulce trampa mortal,

En la que solo nosotros decidimos

La forma en la que consumirnos.

Y lo cierto es que pudiendo elegir

Entre una muerte dulce o sobrevivir,

La mayoría de las veces, casi siempre, optamos

Por algún tipo de veneno que nos vaya matando,

Incluso mucho tiempo antes, del inapelable final

Que a todos nos espera en nuestro ser terrenal.

De esta forma, corremos como locos

Cual la acémila tras la zanahoria…

Como ratones atraídos por el trozo

De queso que aguarda en la trampa ejecutoria…

Todos o casi todos, corremos tras un falso amor,

Movidos por la codicia o por la ambición.

Tras una quimera, tras alguna inalcanzable ilusión…

Y bien por lo expuesto en el renglón anterior,

O bien por causas a veces, ajenas a nosotros mismos,

Cuando tras eso por lo que corremos como locos,

Al fin se posa en el lugar existente ante nuestros ojos

O rescatamos ese objeto de nuestros deseos, del abismo

En el que nuestras almas empeñan deseos y zozobras,

O nuestro mayor anhelo, cae al fin en nuestras manos…

Es cuando cotidiana e infelizmente comprobamos

Que, al poseerlo, deja de producir ese efecto deseado

Y de esta forma, pasamos a desear otra cosa, y otra y otra...

Y así transcurre nuestra existencia. Como el mono,

Vamos de rama en rama, de árbol en árbol, anhelando

Una cosa que posiblemente ya tuvimos antes, peleando

Por algo, que en el momento que tuvimos, no quisimos valorar...

Y al final creemos que vivimos luchando

como titanes por perseguir metas inalcanzables.

Y lo único cierto quizás, es que solo vamos saltando

Sobre páginas de lamentos, porque las dificultades

No están en conseguir… Sino en mantener lo atesorado.

Porque al final, todo esto no es más que una sencilla

Red de vidas, gentes, destinos y sueños entrelazados…

Cálculos matemáticos en los que debemos sumar alegrías,

Restar dolor, dividir las penas y multiplicar el amor...

Teniendo muy presente, que en este caso

El orden de los factores si puede alterar el producto...

Es entonces, cuando va llegando el final de curso…

Y nos refugiamos en buscar el descanso y el embrujo

Al que nos induce el refugiarnos en los sueños…

Y en ese maravilloso cajón de nuestros recuerdos

Cuando al menos yo, quiero dormir… Dormir y soñar…

Y sé que algunos, duermen para descansar…

Otros, para intentar desaparecer.

Muchos como yo, los más… Para poder soñar…

Y algunos, solo algunos… Desean merecer

El cálido sueño, para poder soñar

Y encontrarse con la persona que quieren abrazar.

El calor tiene estas cosas… El desear dormir y soñar

Dormido o despierto… O el soñar con soñar.