sábado, 4 de julio de 2009

La persistencia de la memoria.

Estoy cambiando algunas carpetas de recuerdos de ubicación, y acabo de darme de bruces con ésto... Ahora, no sólo lo comprendo, papa... Ahora creo que soy capaz de valorar,en su justa medida, cual es el volumen real de tu ausencia... Cuales fueron tus desvelos por intentar darnos una educación, por intentar que no nos faltase de nada... Tu titánico esfuerzo por sacarnos adelante... Aquella tarde de domingo, cuando me regalaste ésto, me sentí un hombre a tu lado... Iba con mi padre y sus amigos al futbol... Aún recuerdo tu cara de satisfación a la vuelta del partido, cuando os parasteis a tomar café, en el antiguo bar Casa Cobo, en la puerta de la carne... Jamás te olvidaré, papa... Para siempre en mi memoria...

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