jueves, 2 de julio de 2009

Olores añejos... Vivencias pasadas...

Recuerdos de olor de aguardiente en tempranas mañanas de toda una vida pasada. Recuerdos de otra forma de vivir la vida... Sin tantas prisas, de una manera más pausada... Vivíamos con menos, reíamos y llorábamos por mucho menos. Teníamos infinitamente menos cosas, que duda cabe. Pero sinceramente, creo que disfrutabamos más de otras muchas cosas... Entre ellas, el poder tomarnos un botellín con un amigo casi cuando nos venía en gana...

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