viernes, 3 de julio de 2009

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.

Gracias Dios mío... Gracias Madre mía... Por haberme permitido darlo todo... Por permitirme dar y darme sin medida... Por haberme permitido recibir el mejor de los legados e intentar transmitirlo... Por regalarme momentos sublimes... Por dejarme conocer la humildad, la generosidad, la solidaridad, la amistad de tanta buena gente... Así podría seguir y seguir... Gracias Dios mío... Gracias Madre mía...

2 comentarios:

alidani dijo...

Espectacular, pero me hago una pregunta, ¿serías capaz de poner una foto de un paso en el que no te hayas metido? la madre que te parió, te quiero tela

giakkomo dijo...

Impresionante pero más impresionante es haberlos sacado cuando las cosas pintaban de otro color muy distinto al de ahora y encima con humildad y hombría , si es que de algunos hay tela de lo que aprender...