Ay muchacha de mis amores
primeros...
Sólo necesité un segundo
para sentir
Que eras algo especial
para mí.
Un segundo que ya se
pierde en el recuerdo.
Una hora muchacha, me
bastó para saber
Que ya por siempre te
amaría... Sólo un día
Para saber que jamás te
olvidaría...
Un día muchacha, que se
pierde en el ayer.
Una sola palabra: Adiós...
Para herirme en mis adentros
La tarde de un martes que
llaman Santo...
Adiós amor... Y a soñar
con un reencuentro
Que ya jamás consentirías
a pesar de mi llanto...
Toda una juventud, para
disfrutarte...
Toda una madurez, para
amarte...
Un segundo para
convencerme de un disparate...
Y después, toda una vejez
para intentar olvidarte...
O una muerte para soñar
que sueño... Para soñarte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario