lunes, 25 de julio de 2022

 


Ay Sevilla… Ay Sevilla de mi alma…

Nuestra bendita ciudad compadre.

Cuanto Amor le cabe en cada calle

Y cuanto profundo dolor reparte

Cuando como aquella novicia, calla.

Dando vida y dando alientos

Vida y muerte por igual en los adentros…

Sangre y lágrimas… Espíritu y carne

De nuestras carnes… Eternidad y finitud

Todas las sombras y toda la luz…

Todo lo que sea y también lo que se teme

Lo que fue y lo que se espera…

Que estamos otra vez henchidos de nuestra quimera…

Ese tiempo en que Sevilla nace y muere

Al ritmo del latido acompasado

De una vida, que otro año se va acabando

Antes de poder nacer siquiera,

Haciendo verdad su tópico y realidad su leyenda.

Lejanos orígenes de un vía crucis penitencial

Que hacían al templete de la Cruz del Campo

Cada año, por primavera, en la Sevilla medieval.

Profunda herencia barroca, sereno manantial

Donde saciamos la sed de recuerdos pasados…

Honda y delicada herencia romántica

De un viernes por la tarde, en cualquier calle…

Cuando estalla y triunfa la gracia costumbrista

De una ciudad que se inventó a si misma

Y se mira y se contempla en el espejo

De un río, que busca el mar y que es tan viejo

Como la misma Semana de nuestros sueños… 

Otro año para soñar, resucitando

Memorias… Desde el verso de Gustavo

A la losa y al entierro de Mañara…

Todos tenemos una cita concertada

Y otra vez, no será nuestro Domingo de Ramos,

Ni habrá esos días que tanto esperamos

Que, en el vetusto almanaque, se llaman Santos…

Otro año compadre, otro año que se escapa

Entre sueños que no podrán vivirse de nuevo.

Pesadilla inacabada de fría noche de invierno…

Como después de una borrachera, la peor resaca.

Otro año más compadre, no aromaremos

La chaqueta y la camisa con incienso…

Otro año más que en esa calle, el nazareno

De nuestros recuerdos, no manchará de cera

El terno negro… Que no portaremos cuerpos de madera

Tallada, que a luz de los cirios, cuando cae la tarde,

Adquieren la tibia verdad de la carne…

Resucitando memorias y pasiones compartidas,

En tal o cual calle o en tal o cual esquina…

Este es el legado que otra vez, dejamos en suspenso…

Ese que debe pasar de padres a hijos …

Que debe pasar de abuelos a nietos…

La pasión que nos seduce a los vivos

Y que es capaz de resucitar a los muertos…

La que nos une a nuestros ancestros…

Y nos enlaza con los que aún no han nacido.

Otro año más compadre. Otro año que no viviremos

La quimera de volver a sentirnos costaleros…

De no poder abrazarte o poder verte de lejos…

Mas siempre quedará la Esperanza…

Que es lo que le pido a la divina Enfermera…

SALUD y ESPERANZA… Bendita Madre nuestra…

Y a Ti Señor… Hagase Tu voluntad… Hagase la Semana Santa…

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