lunes, 25 de julio de 2022

 


Fue hace seis años, bendito Soberano

Y parece que fuera ayer mismo...

Siempre Señor... Siempre en deuda contigo...

Gracias Señor por haberme permitido

Cerrar un capitulo de mi vida tan amargo

Y devolver tanta Esperanza a tu hijo más ingrato...

Gracias… Mil veces gracias, Bendito Cristo de mis sueños…

Gracias Bendito Cristo de mis sueños

Por estar siempre a nuestro lado…

En el más doloroso de los malos tragos

Y en el más amargo de los momentos…

Cuando el dolor te rompe por dentro

Y todo es para el corazón quebranto.

Gracias por devolver la Esperanza

A este viejo corazón maltrecho.

Gracias por convertir este pobre desecho…

En algo digno de Tu Bendita mirada.

Gracias Bendito Cristo de mis sueños

Gracias por regalarnos esta mágica mañana.

Por colmarnos el corazón y el alma

Del más cálido Amor… De Paz y Esperanza.

Por permitirnos estar juntos de nuevo…

Aunque sólo hayan sido unos cortos momentos...

Por permitirnos pasear cogidos de la mano

Por Castilla, por El Zurraque y por San Jacinto

Camino de la Iglesia de San Gonzalo.

Donde al fin, los tres juntos pudimos

Postrarnos ante Nuestro Dios Soberano.

Media vida, Señor… Bendito Cristo de mis sueños…

Media vida, Señor… Esperando este ansiado momento…

Media vida, Señor… Para alcanzar mi mayor deseo.

Asunción, Marta y yo… Los tres juntos de nuevo…

A los pies de mi Cristo… Mi Señor, mi Jefe y mi Dueño.

Y tras la misa y la comunión, como en el mejor de mis sueños,

Tras la oración más sentida que te haya podido entregar mi alma…

Con todo el consuelo que nos ha regalado tu dulcísima mirada,

Hoy, después de media vida Señor, se ha cumplido mi mayor anhelo…

Cogerla en nuestros brazos y tenerla entre nosotros de nuevo.

Gracias… Bendito Cristo de mis sueños

Por convertir aquel viejo cauce de lagrimas de dolor y desesperación,

En joven caudal de tibia Esperanza, de Amor y resignación…

Por volver a colmar nuestro corazón del más tierno consuelo.

Gracias Señor… Por concederme el mayor de mis deseos.

Y así, con el corazón colmado de Amor y esperanza…

Tras desandar el camino andado,

Juntos tu madre y yo, cogidos de la mano,

Bajo el puente de Triana…

Desde donde hoy, descansan al fin tres almas,

En nuestro querido río, amorosamente te hemos dejado…

Cuanto Amor te llevas, hija de mis entrañas.

Media vida, Señor… Media vida esperando esto.

Media vida, Señor… Media vida esperando el momento

De tener entre mis brazos un sueño…

Y un segundo Señor… Un segundo para perderla de nuevo.

Hasta siempre mi querida Marta,

Corre mi vida… Corre con el abuelo…

Concédeme, mi bien, este ultimo anhelo

Que te está esperando entre olas de espuma blanca

Entre los corales del mar del cielo.

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